(del libro "Cuentos para regalar a personas sensibles")
En un hermoso país nórdico, vive muy feliz un sabio y rico vendedor que conocí en mi juventud.
Mantiene por estrategia, comercial e impositiva, un perfil publicitario bajo, pero sus ventas son fabulosas.
Ofrece en trato particular, directo, el más extraño de los productos, un artículo increíble por todos deseado: un frasco de agua que se transforma, al agitarlo serenamente durante un minuto, en oro puro.
Este buen hombre no tiene problemas de materia prima en este generoso y contradictorio planeta que se llama Tierra pero su mayor superficie es agua.
Es un vendedor que nunca ha recibido una sola queja de sus ambiciosos clientes.
Al cerrar la venta, envolver el preciado producto, cobrar en efectivo y entregarlo, completa la operación con el siguiente aviso: -
"Eso sí, no lo olvide nunca: para que el experimento funcione correctamente, cuando usted agita el producto, no debe pensar en el elefante colorado. Si lo hace, suspenda inmediatamente la alquimia y espere un momento más apropiado de su mente."
Los atentos consumidores intentaban una y otra vez llegar al beneficio del oro puro, pero en forma recurrente, infatigable, ¡El elefante colorado aparecía en su escenario mental...!
¿Cuáles son los elefantes colorados que impiden los beneficios de un proyecto, de un sueño o de una empresa?
¿Qué nombre toman los miedos invasores que malogran con su presencia nuestras esperanzas de realización?
El agua que se transforma en oro puro opera en la confianza. Evapora sus intenciones de abundancia en el miedo.
Sólo una mente segura de sí misma puede responder a lo nuevo con lo nuevo.
Caso contrario convoca a la caravana de elefantes colorados que desde niños heredamos de nuestros abuelos, y opaca, con el miedo, las posibilidades extraordinarias de nuestra sensibilidad.
Enrique Mariscal.
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